Vol 18. Tipos de telas para tapizar el mobiliario.
Por lo general pensamos que cuando un sillón o sofá tiene muchos años es necesario cambiarlo por uno nuevo, cuando en realidad se puede modificar con una tela nueva para tapizar y colocarle más relleno. Así ahorras más y reutilizas muebles antiguos brindando un nuevo aspecto a un espacio.
Antes de comenzar a tapizar necesitas tomar en cuenta el tipo de fibra que vas a querer, el tipo de tela, acabado, estilo, cuántos metros necesitarás y sobre todo el ancho que tiene una tela, ya que puede variar entre 1.40 m o 2.80 m.
Es importante mencionar que las telas para tapizar deben de ser bastante rígidas, son un poco más pesadas que otras, durables, pues con el roce se desgastan más y de preferencia que tengan un tejido plano.
Sabemos que en ocasiones es difícil decidir el tipo de tela deseado o incluso no se conoce qué tela funciona para tapizar. Es por ello que a continuación mencionaremos una lista de opciones que podrán funcionarte.
Algodón. Es una excelente fibra para tapizar un mobiliario, no solo por ser una fibra natural, sino también porque es cómoda, flexible, durable, resistente al rasgado y no genera electricidad estática. Sin embargo, pierde el color más fácilmente que otros materiales, lo que puede parecer que se desgasta antes de tiempo y en ocasiones puede ocasionar pilling.
Loneta. Este tipo de tela entra dentro de la categoría de algodón, puesto que en su mayoría está compuesto por este mismo.
La caracteriza su resistencia, fuerza, grosor y rigidez, pues a pesar del paso del tiempo, planchadas y lavadas sigue siendo bastante durable y resistente.
Es una excelente opción si buscas algo duradero, orgánico o más rústico.
Ilustración 1: Loneta.
Lino. Otra fibra natural muy popular en estos días. Excelente elección si se requiere frescura y suavidad en el hogar, especialmente para personas que viven en lugares cálidos y húmedos. Además, es una tela bastante versátil, puesto que se impregna varios colores en ésta y admite muchos estampados.
Ilustración 2: Lino
Piel. Un material tradicional que no puede faltar en ninguna ocasión a la hora de tapizar un sofá o un sillón. Sobre todo, porque lo distingue su resistencia, durabilidad, facilidad para lavar manchas, transpirable y agradable al tacto.
Comprendemos que la piel natural es una tela en ocasiones costosa, por ello puedes optar por adquirir una sintética, que a diferencia de la otra, los rasguños y marcas no permanecen en la tela. Pero se deteriora mucho más rápido que la natural. Si buscas un sitio elegante, clásico y moderno, la piel es ideal para ti.
Ilustración 3: Piel.
Chenille. Tejido suave, de aspecto agradable, rústico, natural, pues su composición varía entre rayón, poliéster, algodón o una mezcla de estos.
Es muy cotizado por su resistencia al roce y durabilidad. Asimismo, es una tela más económica en cuanto a calidad y precio.
Es ideal para crear un espacio cómodo y cálido, más si eres una persona que disfruta tener visitas o compañías en casa.
Ilustración 4: Chenille.
Terciopelo. Muy en tendencia en estos días debido a que brinda un aspecto lujoso, sofisticado, elegante, cómodo, agradable y cálido.
Este tipo de tela es suave al tacto, velluda, densa, resistente al roce y desgaste, lustrosa, tiene mucha calidad, se le puede aplicar distintos acabados y es versátil, ya que funciona para diversos objetos como sillas, cojines, sofás, cabezales, cortinas y sillones. Igualmente, está elaborada de distintos materiales como algodón, poliéster o mezcla de ambos.
Ilustración 5: Terciopelo.
Ahora que conoces todas estas opciones, puedes utilizar muebles de segunda mano o esa reliquia familiar. ¿Por cuál optamos para tapizar tu mobiliario?
Autor | Jimena Chávez
"Dicha información es únicamente de referencia, para obtener detalles precisos sobre el uso, cualidades y cuidado de nuestros productos, es necesario consultar directamente con tu vendedor antes de realizar una compra o recibir recomendaciones."